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Hace unas semanas, Jill McDevitt, una sexóloga en San Diego, publicó en las redes sociales acerca de cómo parte de la información de la investigación del condón podría aplicarse a la discusión sobre la máscara. “Podemos extraer directamente de los datos del condón y hacer que funcione”, dijo.
En particular, se centró en la necesidad de reconocer que usar uno no se siente tan bien como no vistiendo uno. “Nadie dice,” ¡Whoo-hoo, hoy me pongo una máscara! “”, Dijo el Dr. McDevitt. Le dijo a la gente que se siente lo mismo, dijo, “se siente invalidante: la gente se clava más los talones”.
Deberíamos centrarnos en ayudar a las personas a conectarse con amigos y familiares sin pelear. “Dirige con empatía”, dijo. Comience por reconocer: “Esto es difícil para usted”. Comience preguntando: “¿Cómo hacemos que esto sea lo más fácil posible?”
Con los condones, eso significaba hacerlos accesibles, disponibles y gratuitos, como los de nuestras salas de examen. Pero también significó ayudar a las personas a negociar, dijo el Dr. McDevitt: “Puede ser, por ejemplo, algo así como apestar usar una máscara, tampoco me gustan, esto no es para siempre, pero mientras tanto nos permite para estar más seguros cuando estamos juntos “.
O tal vez está ofreciendo, “Déjame ayudarte a encontrar uno que sea más cómodo para ti, hacen unos que no se caen de la nariz o empañan los anteojos”.
El Dr. Ybarra dijo: “Decimos que la gente no cree que los condones se sientan bien, hablemos sobre lo que puede aumentar el placer”. Ayuda a obtener los mensajes de la población que estás tratando de educar, dijo, para escuchar con atención y aprender cuáles son las barreras culturales, y para escuchar a las personas que eligen usar máscaras. Y ayuda a contextualizar el riesgo, dijo, ofrecer datos y enviar el mensaje: “Todos estamos juntos en esto, todos estamos en riesgo”.
Otra directriz que se deriva de la negociación sexual, dijo el Dr. McDevitt, es la importancia del consentimiento: a las personas se les permite cambiar de opinión. “Se nos permite salir si alguien no quiere usar una máscara, se nos permite no pasar tiempo con ellos”.
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